Por Silvia Buendía
Guayaquil, Ecuador

No puedo siquiera empezar a hablar de reivindicación feminista, transgresión y Marcha de las Putas sin antes pasar revista a algunas de las mujeres que sentaron las bases del feminismo en nuestro país.

Antes de que existiera el Ecuador como tal, Manuela Sáenz (nacida en 1797), más que la compañera de Bolívar, era ya una activa líder feminista. Por quebrantar las normas patriarcales de su época fue criticada, denigrada y perseguida por la sociedad. Dolores Veintimilla de Galindo fue feminista, pensadora, poeta y mujer libre. Tan valiente fue Dolores que en la Cuenca de 1857 se atrevió a alzar su voz contra la pena de muerte. Esto le costó que Fray Vicente Solano, arzobispo de Cuenca, emprendiera en su contra una cruel campaña de desprestigio que no paró ni con la muerte de Dolores. Marieta de Veintimilla, escritora, periodista y política fue el poder tras el poder de su tío el Presidente Ignacio de Veintimilla. La audaz Marieta desbarató el levantamiento del Coronel Vernaza en 1882 y asumió el poder ejecutivo y el mando del ejército hasta que su tío se curara la borrachera y se declarara dictador.

Las reformas introducidas por la revolución de Eloy Alfaro nos convirtieron en el segundo país de América Latina en consagrar el voto femenino. En Ecuador la mujer puede elegir y ser elegida desde 1929, mientras en nuestros vecinos Colombia y Perú esto se consigue recién en 1954 y 1955 respectivamente. El revolucionario México de Adelitas y soldaderas le da voto a la mujer apenas en 1947. ¿Queremos más? Pues hay más. Sucede que en 1925 Matilde Hidalgo de Procel fue la primera mujer en toda Sudamérica en votar en unas elecciones. Lo hizo valiéndose de una atrevida solicitud al Ministerio del Interior que decidió a su favor.

Dolores Caguango fue mujer de pensamiento y lucha; radical, transgresora e indomable. Feminista. Su solo apellido hacía entrar en pánico a la clase alta latifundista serrana y hasta era utilizado como insulto. Nella Martínez, política, escritora, líder sindicalista, revolucionaria y feminista radical, estuvo durante dos días a cargo del gobierno durante la revolución Gloriosa de 1944 que derrocó a Carlos Arroyo del Río.

Las feministas somos herederas de estas y muchas otras voces de mujeres que en el pasado se alzaron reclamando derechos. No es correcto asumir que el feminismo es una moda nueva en nuestro país. Existe un excelente trabajo compilatorio realizado por Ana María Goetschel en su libro Orígenes del Feminismo en el Ecuador publicado por la CONAMU y la FLACSO en 2006 donde podemos informarnos sobre la trayectoria del movimiento feminista ecuatoriano.

Los logros feministas hoy nos pertenecen a todas. Pero no fue fácil para las mujeres que los conquistaron. También las llamaron ligeras, locas y putas, su moral fue cuestionada. En el caso de Matilde Hidalgo –para sólo citar un ejemplo- por tomar la decisión de estudiar secundaria no sólo se quedó sin amigas, también fue obligada por el cura de su parroquia a escuchar misa dos pasos fuera de la entrada de la iglesia. Matilde tenía apenas 18 años.

La Marcha de la Putas pretende reapropiarse de un insulto como herramienta para generar identidad y enfrentar un discrimen. Esto puede causar sorpresa, agrado, solidaridad o rechazo. Dentro de las voces de rechazo, se cuestiona el uso de la palabra puta precisamente por ser un insulto. Y también se cuestiona al feminismo. Esto da cabida a un necesario debate sobre el tema. El feminismo no es uno solo. Hay muchas variantes del feminismo y todas coexisten y se llaman a sí mismas feminismo. No se agota este debate diciendo -a veces echando mano de ejemplos muy válidos y otras veces usando vergonzosos prejuicios sobre este tema- que el feminismo no te gusta, o que es extremista o que es esto o que es lo otro.

Justamente de la crítica al feminismo institucional nacen iniciativas como el de la Marcha de las Putas que cuestionan y rompen los códigos establecidos. También los códigos feministas. El transfeminismo, el postfeminismo, el feminismo revolucionario que se viste de lentejuelas y boas de plumas, el feminismo proletario de la feminidad, el feminismo de la postpornografía son todos ejemplos de feminismos de vanguardia.

Más que ofrecer certezas inapelables esta apropiación del término puta pretende provocar, perturbar, cuestionar, incomodar y así abrir un nuevo campo del activismo feminista underground.

Sin embargo, yo volveré a explicar una y otra vez, sin cansarme, que cuando el insultado recoge el insulto y lo vuelve un “orgullosamente tortillera/negro/longa/invertido/pelagato/puta” deja sin piso al insultador que lo único que quiere es ver humillado al insultado. Porque resignificar una palabra es determinante para resignificar una realidad.

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Take from: http://www.larepublica.ec/blog/opinion/2012/03/19/de-marchas-y-putas/

Marches and Whores

MONDAY 19 MARCH 2012

By Silvia Buendia
Guayaquil, Ecuador

I can not even begin to talk about feminist claim, transgression and Whores march without first reviewing some of the women who laid the foundations of feminism in our country.

Before there Ecuador as such, Manuela Sáenz (b. 1797), but the companion of Bolivar, was already an active feminist leader. By breaking the patriarchal norms of his time was criticized, vilified and persecuted by society. Veintimilla Dolores Galindo was a feminist thinker, poet and free woman. So brave was Dolores Basin in 1857 he dared to speak out against the death penalty. This caused him to Fray Vicente Solano, Archbishop of Cuenca, undertaken against a vicious smear campaign that did not stop or the death of Dolores.Marieta de Veintimilla, writer, journalist and politician was the power behind the power of his uncle the President Ignacio de Veintimilla.Marieta’s bold disrupted the lifting of Colonel Vernaza in 1882 and assumed executive power and command of the army until his uncle was cured drunkenness and was declared dictator.

The reforms introduced by the revolution of Eloy Alfaro we became the second Latin American country to enshrine women’s suffrage. In Ecuador, women can vote and be elected since 1929, while our neighbors Colombia and Peru this is achieved only in 1954 and 1955 respectively. The revolutionary Mexico and soldaderas Adelitas gives votes to women only in 1947. Do we want more? As there are more. It happens that in 1925 Matilde Hidalgo de Procel was the first woman in South America to vote in elections. He did so using a bold request to the Ministry of Interior decided in their favor.

Dolores Caguango widow of thought and struggle, radical, transgressive and indomitable. Feminist. His name was only panic the landowning upper class and even mountain was used as an insult. Nella Martinez, politics, writer, union leader, revolutionary, radical feminist, was for two days by the government during the Glorious Revolution of 1944 that ousted Carlos Arroyo del Río.

Feminists are heirs to these and many other women’s voices were raised in the past claiming rights. It is incorrect to assume that feminism is a new fashion in our country. There is an excellent compilation work by Ana Maria Goetschel in his book Origins of Feminism in Ecuador CONAMU published by FLACSO in 2006 and where we can inform us about the history of the feminist movement in Ecuador.

The achievements feminists today belong to us all. But it was not easy for women who conquered them. Also called light, crazy and whores, morality was questioned. In the case of Matilde Hidalgo-to cite only one example, by deciding to study secondary not only lost his friends, was also bound by the curate of his parish to attend mass two steps outside the entrance of the church. Matilda was just 18.

The March of Whores seeks to reappropriate an insult as a tool to generate identity and face discrimination. This may cause surprise, pleasure, solidarity or rejection. Among the voices of rejection, we question the use of the word whore precisely because it is an insult.And also questioned feminism. This allows for a necessary debate on the subject. Feminism is not one. There are many variants of feminism and all coexist and call themselves feminist. Does not end this discussion by saying, sometimes making use of very good examples and other times using shameful prejudices on this subject-that feminism do not like, or is it extremist or this or that is that.

Precisely the critique of institutional feminism born initiatives such as the March of the Whores who question and break the codes set.The codes feminists. The transfeminismo, post-feminism, revolutionary feminism that is dressed in sequins and feather boas, proletarian feminism femininity, feminism postpornografía are all examples of cutting-edge feminism.

Rather than offering unquestionable certainties, this appropriation of the term bitch seeks to provoke, disturb, challenge, disturb and thus open a new field of feminist activism underground.

However, I’ll explain again and again without getting tired, that when the insult insulted collects and makes a «proud dyke / black / longa / Inverted / pelagato / whore» leaves the insulter floor that you just want insulted to see humiliated. Because meanings to a word is crucial to re-signify a reality.